Yamil Sabbagh, un ingeniero que aporta al desarrollo del país

Después de 49 años dedicados a la ingeniería, Yamil Sabbagh, egresado de la Universidad Javeriana, pasa gran parte de su tiempo al lado de su familia en la comodidad de su hogar, desde donde dirige su propia compañía, una empresa que este 2018 llega a su tercera década. Su carrera como ingeniero se inició con su ingreso a la universidad, después de decidir irse a la capital del país para buscar un cupo en una de las cuatro facultades en esta área del conocimiento que existían en ese momento en la fría Bogotá. Su primer intento fue en la Universidad Nacional, pero debido a la alta demanda de estudiantes en la institución, no pudo obtener un cupo y se decidió por la Javeriana. Para este barranquillero, fiel hincha del Junior, su trabajo le ha permitido aportar un grano de arena al desarrollo de Colombia, gracias a la ejecución de obras civiles en diferentes poblaciones del interior del país y la Región Caribe. Aunque no todo ha sido bueno para Sabbagh, ha sabido hacerle frente a las dificultades, como cuando decidió trasladar la sede principal de su empresa a Bogotá en 1997 debido a las dificultades que atravesaba el país en materia económica. Desde ese entonces, el ir y venir de Barranquilla a la capital se convirtió en su diario vivir. Para él, a lo largo de estas cinco décadas han sido muchas las experiencias que han marcado su vida profesional y personal, una de ellas fue la de ejecutar las obras de acueducto para llevar agua al Carmen de Bolívar. “Esta fue una obra muy complicada, porque había sido contratada en cinco ocasiones, y ya la gente había perdido la fe, pero gracias a la labor que hicimos a través de Yamil Sabbagh Construcciones S.A., después de un contrato otorgado por Findeter, las familias de esta población hoy cuentan con agua potable”, señala el ingeniero civil, al tiempo que manifiesta que la honestidad y el compromiso son los principales valores de su compañía. Desde aquellos días, cuando trabajó como residente de obras, después de haberse graduado de la universidad, en la vida de Sabbagh han pasado muchas cosas, entre ellas, casarse y llevar un matrimonio con cuatro hijos, de los cuales, uno es ingeniero y tres de ellos trabajan en la compañía familiar. A parte de la ingeniería, el deporte ha sido otra de sus pasiones. El béisbol y el fútbol son los que más le gustan, dos disciplinas que practica desde la época de estudiante y que le dieron la oportunidad de representar al Colegio Biffi La Salle en importantes competencias. Actualmente solo practica golf dos veces por semana, un deporte que lo mantiene en contacto con sus amigos y en el que se ha refugiado después de verse obligado a dejar el fútbol por recomendaciones médicas. Ahora que tiene la ayuda de sus hijos en la compañía, Sabbagh aprovecha el tiempo para compartir con sus nueve nietos, planear viajes y pasar momentos de calidad con su familia, que como él lo describe, es bastante unida.