El Heraldo

Los precios de los alimentos siguen por las nubes

Expertos proyectan que la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) en este año sea superior al 3 %.

Por Lupe Mouthón Mejía

El camino que seguirá la inflación este año en Colombia está marcado por el ritmo de la recuperación económica y también por el comportamiento de los precios de los alimentos. Analistas proyectan que el 2021 cierre con un indicador por encima del 3 %, superior a la meta que fue fijada por el Banco de la República.

En el 2020 la inflación fue del 1,61 % lo que mostró el impacto de la pandemia en las diferentes actividades económicas,

El profesor de la Universidad del Rosario, Alejandro Useche, explica que la inflación va de la mano con el crecimiento y dinamismo de la economía.

En situaciones como las que se vivieron en el 2020 con la llegada de la pandemia, hubo una tendencia a la baja y esto se pudo evidenciar en las variaciones negativas que tuvo el Índice de Precios al Consumidor (IPC) en varios meses del año pasado.

La inflación es el pulso de la economía, pero cuando esta sube, el poder adquisitivo de las personas cae. “En medio de una recesión o una crisis como la que vivimos el año pasado la gente no tenía capacidad de compra y las empresas estaban con inventarios listos para vender, pero como la gente no iba a adquirirlos tuvieron que bajar los precios. Ante una menor demanda la inflación baja”, dice el experto.

En el segundo semestre de este año se esperan signos de recuperación de la economía, del consumo, la demanda y la reactivación de los sectores económicos lo que genera expectativas de crecimiento de los precios.

FACTORES DETERMINANTES. Son varios los hechos que han determinado el comportamiento de la inflación en Colombia en este año y son tanto internos como externos. Sergio Olarte, economista principal de Scotiabank Colpatria, des- taca tres factores, uno es la base estadística, pues el año pasado se tuvieron inflaciones atípicamente bajas por cuenta de la pandemia.

El segundo es la normalización de precios luego de que buena parte de los subsidios generados para hacer frente a los efectos económicos de la pandemia finalizaron, (a los servicios públicos, a los arriendos, entre otros).

El tercero, es una mejor demanda de la economía, que se está reactivando más rápido de lo esperado, tanto así que las proyección de crecimiento son ahora de 7,2 % del PIB para este año.

EFECTO DEL PARO. Las protestas y bloqueos realizados en mayo y a comienzos de junio de este año tuvieron un impacto en el alza del IPC especialmente de los alimentos.

Solo en mayo la inflación subió en un 1 %, y tuvo una variación anualizada del 3,3 %, por encima de las proyecciones del Banco de la República. El aumento de la inflación se produjo por el incremento de los alimentos. En junio se observó una variación negativa una vez terminaron los bloqueos (-0,05 %).

“El rubro que más ha aportado al crecimiento de la inflación en este año ha sido el de alimentos. Otros que también lo han hecho, aunque en menor proporción, son bebidas, vestuario y vivienda, por el contrario, telecomunicaciones es el que más ha bajado teniendo en cuenta que en la pandemia creció la necesidad de comunicaciones por celular e internet, por lo que las empresas diseñaron planes más económicos”, dijo Useche.

Camilo Pérez, gerente de investigaciones económicas del Banco de Bogotá, asegura que para julio se proyecta una inflación de 0,22 %, influenciada por el componente de alimentos.

“La información de la que disponemos muestra que los precios de los alimentos no cayeron como se esperaba después de los bloqueos sino que registraron una presión alcista”, asevera el analista.

Por su parte, Carolina Monzón, gerente de Análisis Económico de Banco Itaú Colombia, señala que es probable que en julio se relaje más la presión sobre los precios de los alimentos a medida que se normalicen las operaciones.

“En general, esperamos que los precios al consumidor se mantengan estables a partir de junio (0,0 % m/m en línea con el año pasado), ya que la caída de los precios de los alimentos se ve contrarrestada por las presiones de la salud y el transporte”, señala.

Prevé que la inflación anual se mantendría en 3,63 % y para cierre de año se acercaría al 3,7%, presionada al alza por una baja base de comparación, la reapertura de la economía y la devaluación de la moneda.

LA REACTIVACIÓN. El director de investigaciones económicas para la Región Andina de BTG Pactual, Munir Jalil, asegura que los factores de demanda definitivamente no están influenciando a la inflación.

“Después de un choque tan fuerte como el que sufrió la economía colombiana el año pasado, no podemos decir que el proceso de reapertura económica esté llevando a que los incrementos de precios que estemos observando se deban a que la demanda se reactivó”.

Dice que los precios se recuperan por la combinación de choques de oferta que se han presentado tanto a nivel externo como doméstico. “Por un lado, el mundo entero está sufriendo presiones en costos producto de los incrementos en los fletes de transporte al igual que en las materias primas. A nivel doméstico, las consecuencias de los bloqueos de mayo también originaron incrementos transitorios que se han venido disipando”.

El experto afirma que en situaciones normales, los procesos de reactivación y de inflación van de la mano. “Aceleraciones de la inflación corresponden con una economía que está creciendo dadas las presiones de demanda. Sin embargo, esta no es una situación normal ya que no tenemos una mejora de las condiciones de demanda aún”.

PORTADA

es-co

2021-08-01T07:00:00.0000000Z

2021-08-01T07:00:00.0000000Z

https://elheraldo.pressreader.com/article/282535841412143

El Heraldo