El Heraldo

Covid-19, desde el principio hasta el final

Por Álvaro Villanueva

Todo empezó con la muerte, con enfermos, con contagios, que en principio no se sabía qué los causaba, pero con los adelantos de la ciencia se demostró que el causante era un virus de la misma familia de otros ya conocidos, del cual nos habíamos olvidado, el SARSCOV inicial, de origen también en China, en 2002, cuya epidemia se extendió por 26 países, con 8.098 casos confirmados y 774 muertos, controlada después de ocho meses. El otro coronavirus, el MERS-COV, es un virus zoonótico, que ha entrado repetidamente en la población humana, vía contacto directo o indirecto con dromedarios en la península Arábiga en donde todavía no ha podido ser erradicado, más de ocho años pero el número de casos confirmados es solo de 2.494, en 27 países, aunque mucho más letal, tiene una tasa de reproducción mucho más baja, con menor transmisibilidad, explica Wilder-smith, profesora de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, médica quien colaboró en la atención de pacientes durante esta epidemia, observó que la presentación de la mayoría de los contagios de persona a persona, en los hospitales. Además, según datos de la Organización Mundial de la Salud, los muertos por MERS informados, alrededor de 858, en comparación con SARS-COV-2, que después de 25 meses, a octubre 12 de 2021, se han registrado en el mundo 238,7 millones de casos de coronavirus (SARSCOV-2), y unos 4.8 millones de personas fallecidas.

El coronavirus actual que se originó en la ciudad China de Wuhan, se ha extendido a todos los países de la geografía europea y del mundo, ha dejado al continente americano como el más afectado. El SARS inicial, fue finalmente controlado mediante la vigilancia sindrómica, es decir del control de las enfermedades respiratorias infecciosas, el aislamiento inmediato de los pacientes, la aplicación estricta de la cuarentena a todos los contactos y, en algunas áreas, la aplicación estricta de cuarentenas comunitarias. Este SARS no solo fue frenado, sino erradicado en esa ocasión. China hizo lo que tenía que hacer, cerraron todas las carreteras, paralizaron completamente numerosas ciudades y lograron su eliminación. Con esta experiencia de 2012 un nuevo coronavirus identificado en Medio Oriente hizo saltar las alarmas, el mundo ya sabía lo que tenía que hacer para contener el MERS-COV, con mayor letalidad, tiene una tasa de reproducción más baja, dice Wilder-smith, ya que la mayoría de los contagios son de persona a persona de este coronavirus y se da más en hospitales.

En los coronavirus anteriores al covid-19, los infectados casi siempre presentaban síntomas antes de volverse contagiosos, así que si se actuaba rápido se podían aislar los pacientes. Pero el del Sars-cov-2, puede transmitir la enfermedad antes de presentar síntomas, así que muchas veces cuando se quiere aislar, es demasiado tarde. Wildersmith también considera que la demora de los gobiernos y sociedades occidentales en aplicar y aplicar medidas estrictas permitió que la pandemia creciera.

Se nos van a escapar numerosos infectados que van a seguir esparciendo la enfermedad sin saberlo, y esos hay que diagnosticarlos, a través de pruebas lo más pronto. La realidad actual es que tendremos que convivir con este virus hasta que la vacunación alcance altos niveles, más del 70%, no olvidando las distancias, el lavado de manos, el uso del alcohol sanitario y la responsabilidad de aquellos que han tenido contactos positivos, o sean sintomáticos.

Se necesita continuar con medidas de aislamiento social, evitar aglomeraciones y contactos cercanos, hasta cuando sea necesario, y mucho autocuidado, que, sumados a una vacunación pronta y completa, nos deje ver al final el camino hacia la normalidad.

OPINIÓN

es-co

2021-10-15T07:00:00.0000000Z

2021-10-15T07:00:00.0000000Z

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