El Heraldo

‘The Disciple’, la exaltación del arte puro

Gisela Savdie www.giselasavdie.com

Lo mas sorprendente de The Disciple, escrita y dirigida por Chaitanya Tamhane, es que nos introduce a un género musical desconocido y fascinante. Se trata del Hindustani, música clásica del norte de la India, plagada de entonaciones y gesticulaciones únicas. No parece necesario conocer mucho de ella para sentirse atrapado por su encanto, que da extenso espacio para la improvisación.

Sharad (Aditya Modak) es el protagonista que nos introduce a la tradición. Obsesionado con lograr la perfección, el joven se dedica casi de tiempo completo a estudiar música, hecho que preocupa a su madre y a su abuela, con quien convive en la ciudad de Mumbai.

La historia comienza en 2006, cuando sólo tiene 24 años; lo vemos practicando los ritos espirituales y físicos exigidos por el medio artístico, hecho que puede tomar toda una vida para lograr, como lo afirma la penetrante voz de Maai (Sumitra Bhave), figura mítica que el artista escucha mientras se desplaza por la ciudad en su motocicleta.

Durante el recorrido, con cámara lenta, la cinta muestra los escenarios mas serenos de Mumbai, proporcionando unas de las escenas mas cautivadoras, donde la urbe toma protagonismo y se aprecia distinta a la que hemos visto hasta el momento. Cabe destacar aquí la exquisita cinematografía de Michal Sobocinski, que recuerda algunos apartes de la película anterior de Tamhane,

Court (2014), lo mismo que de Roma (2018), de Alfonso Cuarón, con quien el director trabajó durante varias etapas de producción. (Cuarón aparece a su vez como productor ejecutivo del filme).

Pero a pesar de la absoluta dedicación, Sharad no logra los niveles esperados por su maestro Guruji (Arun Dravid), quien no tiene ningún reparo en criticarlo en público por sus fallas de interpretación. Es entonces cuando la frustración lo empieza a invadir, y captamos el mensaje de fondo, que tiene que ver con la historia de tantos artistas, cualquiera que sea su medio.

Años mas adelante, ya en la época actual, encontramos un Sharad mas maduro, dedicado a la enseñanza, pero también con una actitud mas cínica. Y no es para menos, cuando participamos con él del éxito de otros artistas menos especializados, menos estudiosos, pero mas populares, que parecen triunfar con facilidad en los programas de televisión de reality estilo American Idol.

La cinta muestra también episodios de la infancia de Sharad, cuando su padre le restringía sus horas de juego, obligándolo a aprender música. Ya como adulto, pretende suplir las falencias de su progenitor, pero hay algo que falla y no logra la excelencia esperada.

Como espectadores sentimos la profunda empatía que el director transmite hacia su personaje, y en el fondo aprobamos ese respeto digno, sin sentimentalismos, que todo artista dedicado a su pasión merece.

The Disciple es una carta honesta a todo aquel que no ha logrado el “éxito”; es una oda a la perseverancia y es un reconocimiento a los maestros del arte puro, liberado de prejuicios y tintes sociales. Se presenta por Netflix.

La cinta es una carta honesta a todo aquel que no ha logrado el “éxito”; es una oda a la perseverancia y es un reconocimiento a los maestros del arte puro, liberado de prejuicios

SUMARIO

es-co

2021-05-15T07:00:00.0000000Z

2021-05-15T07:00:00.0000000Z

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