El Heraldo

DESDE BARRANQUILLA EL VIOLINISTA CREA SU AGRUPACIÓN MUSICAL Y TRABAJA POR LOGRAR NUEVAS SONORIDADES.

El ‘Violinista de la salsa’ eligió Barranquilla para radicarse. Desde aquí se encuentra entusiasmado explorando nuevas sonoridades y conformando su agrupación musical. Adelantó que su lanzamiento oficial será el próximo 2 de octubre.

Loraine Obregón Donado @soyloraineo Fotos de Orlando Amador Rosales

Alfredo De la Fe esboza una sonrisa amplia como reverencia. Extiende su brazo izquierdo en dirección hacia el interior de su actual morada —situada en el norte de Barranquilla— e invita a pasar a Gente Caribe. Antes de iniciarse la sesión fotográfica camina hacia un altar que está anclado en su sala, que es la prolongación de las creencias de su bisabuelo, el cubano Gustavo Díaz, y donde reposan 17 collares multicolores que cada uno representa a un orisha diferente, pero que juntos conforman su amuleto de protección. Los toma, los cuelga en su cuello y después se dispone a posar.

Ya en la conversación hace memoria de su encuentro con el violín a muy temprana edad. Dice que lo vio por primera vez en la televisión creyendo, ensimismado en su inocencia, que no era real y que solo hacía parte de la magia de las cámaras. A los 4 años, caminando por las calles de La Habana (Cuba), vio un violín real, mientras que a los 6 pudo apreciarlo de cerca gracias a que su padre llevó a casa uno viejo, sin cuerdas y sin arco que había encontrado en la basura. Su madrina, la guarachera de Cuba, Celia Cruz, fue la encargada de regalarle las cuerdas y el arco que le faltaban, bajo el compromiso de que llevara la música de su tierra por todo el mundo.

A lo largo de su historia asegura que ha tenido varios violines, un conteo del que no tiene mucha precisión, pero asegura que aún conserva uno acústico que fue creado en 1823 y otro que pudo comprar a sus 15 años, vendiendo las joyas que su papá le había obsequiado como regalo de graduación del bachillerato. Actualmente tiene tres violines: uno acústico y dos eléctricos.

Este instrumento es sin duda una extensión de su cuerpo. Desde siempre ha logrado tener una cercanía intrínseca con este y desde el día uno ha podido tocarlo libremente. Su primera salsa inédita recibe el nombre de Un nuevo amanecer, cuya letra lo dio a conocer en la industria.

Su plus ha sido fusionar los acordes del violín con el género de la salsa, una apuesta ganadora que le ha regalado muchas alegrías, y que le dio en su momento un cupo seguro en las Estrellas de Fania, además de tocar con artistas como Johnny Pacheco y Héctor Lavoe, por solo mencionar dos gigantes del género.

Hoy día, con el renombre del ‘Violinista de la salsa’, se encuentra afincado en la capital atlanticense, una ciudad que lo vio por primera vez en 1982 y con la que siente una conexión “especial” porque en su aire encuentra “ese algo” que lo hace suspirar.

GC ¿Qué significado tiene Barranquilla en su vida?

A.D. Tiene mi mismo sabor, aroma y costumbres. La comida se asemeja mucho a la mía. Cuando estoy aquí y pruebo la sopa de guandú me siento en casa (...) Uno se pone a analizar a la gente desde un balcón y se da cuenta de que el que pasa si no va cantando, va haciendo un chiste o riéndose, lo que me hace pensar en que es una raza muy chévere (...)

Cada vez que venía al Carnaval y veía la alegría perenne de la gente, de cómo se mezclaban las clases sociales, pensaba en que esta ciudad tiene algo que no tiene ninguna otra y eso que he podido visitar 95 países.

GC ¿Por qué radicarte en La Arenosa?

A.D. Porque es la ciudad más pujante de Colombia, la que más progreso y futuro tiene. Además, al barranquillero le encanta mi música porque es charanguero, salsero, le gusta un violín y todos esos ingredientes hacen que este plato sea riquísimo para mí.

GC Desde acá te

encuentras conformando tu agrupación...

A.D. Sí, tengo a los mejores músicos. Tengo a Guillo López, que fue bajista de Joe Arroyo; está Fabián Picón, que es uno de los mejores percusionistas de Colombia; Héctor Gamero; Édgar Bernal y tengo a dos cantantes: Tommy y Tony, que son increíbles; entre otros. Nos encontramos haciendo salsa con un acordeón, como si este fuera una trompeta o un trombón. Para eso hemos ensayado mucho porque mi fin es lograr una sonoridad nueva, buscando el feeling de la costa caribeña. Asimismo estoy haciendo unos temas de vallenato de Diomedes Díaz, pero con sabor a salsa; también tenemos un tributo al Joe; en total son 20 canciones. El 2 de octubre estaré haciendo el lanzamiento de Alfredo De la Fe y sus estrellas, en Moy´s.

GC ¿Cómo ves la búsqueda de nuevas sonoridades para mezclarlas con tu violín?

A.D. No se trata de fusionar música, sino hacer algo nuevo. Nosotros hicimos la salsa en los años

70 y creamos un sonido muy divertido y callejero, y pienso que hoy día tiene que seguir evolucionando y no es mezclándola con otros géneros, sino haciendo música con un sonido actual. Se trata — por ejemplo— de tomar el sonido de una conga y convertirlo en electrónica a ver qué pasa. Ya llevo un tiempo experimentando y creo que el resultado ha sido muy bueno.

GC La cultura picotera ha ido ganando auge, ¿piensas realizar algún trabajo con el ritmo de la champeta?

A.D. Sí, claro. De hecho ya lo hice. Hice el tema Quiere champeta, una canción que la gente recibió muy bien (...) he tenido la oportunidad de visitar a los picoteros y he estado en el barrio Rebolo, donde he visto esas máquinas grandes (picós) que suenan increíble. Me encanta lo que están llevando a cabo y tengo mucha gratitud con ellos porque están difundiendo nuestra música y lo están haciendo de forma sencilla, pero con una fuerza maravillosa (...) Toda mi música la pueden escuchar a través de mis redes sociales que son constantemente alimentadas por mi esposa, Paulina Garcés, a quien le agradezco mucho. Ella me ha dado una familia porque por mi condición de adicto por muchos años, llevaba una vida ingobernable, pero ahora junto a ella estoy adquiriendo cosas muy lindas.

GC Por culpa de los excesos perdiste la oportunidad de tocarle al Papa Juan Pablo II...

A.D. Sí, fue en 1986 y eso fue lo que me hizo recapacitar para salir de las drogas. Por fortuna cuando el Papa Francisco estuvo en Colombia le pude tocar, le di mi testimonio escrito y me dijo que mi arte y mi música le daban luz al mundo.

GC ¿Cuál es el recuerdo más memorable que tienes con la artista Celia Cruz?

A.D. Son muchos... haber tocado con Luciano Pavarotti, por ejemplo. También tengo muchas anécdotas, como fue el día en que la vi sin peluca. Recuerdo que no había luz en el hotel, yo salí al pasillo y me preguntó que qué había pasado. Llegó el ascensor que estaba esperando y luego le vi la cabeza y no tenía peluca. La verdad no quería verla, pero se me iban los ojos, así que cuando me iba ella me dijo: “Oye, tú no has visto nah” (risas).

Aún conservo su número telefónico en mi celular porque no he sido capaz de borrarlo, donde llame y me conteste ahí sí me va a dar un susto.

GC ¿Cómo ves la oportunidad de retornar a los escenarios?

A.D. Es lo mejor que nos puede pasar. Llevamos ya casi dos años haciendo todo virtual. Ahora, hay dos formas de verlo: como una desgracia o como una oportunidad de crecer y pienso que la pandemia nos ha dado lo segundo. Creo que regresar a los escenarios es importante porque uno necesita el calor del público y por fortuna Barranquilla es el piloto de esto.

GC ¿Cómo te va con el canto?

A.D. Mal, mi voz es de tarro. He hecho coro y he producido a muchos cantantes porque como no lo puedo hacer, lo hago a través de ellos.

GC ¿A qué le tiene fe Alfredo De la Fe?

A.D. A Dios porque es el que conduce mi vida. Puede haber problemas o momentos negativos, pero Él siempre me lleva por el camino del bien.

GC Hace unos meses se vivieron unas fuertes protestas en tu natal Cuba en contra del Gobierno, ¿qué sensaciones tuviste frente a esto?

A.D. De política no hablo porque mi política es la música. Aun así me da tristeza ver que muchas personas están pasando trabajo, como en muchos lugares del mundo (...) Hace 4 años estuve en Cuba, fui a ver a mi familia y la tierra donde nací. Me dio mucha alegría escuchar lo musical que es mi país, pero también me dio tristeza ver lo acabado que está. Es una mezcla de sensaciones. Yo digo que mis compatriotas han sobrevivido gracias a la música.

GC ¿Qué tiene la música que te apasiona tanto?

A.D. Es magia. Pienso que cuando nací Dios me tocó con una varita mágica y me dijo: Tu misión es subirte a un escenario y dar amor a través de la música.

GC ¿Qué significado tiene para ti el Carnaval de Barranquilla y cómo te ves regresando a él?

A.D. El Carnaval de acá es lo máximo. Puede que hayas ido al Carnaval de Río de Janeiro o al Carnaval de Venecia, pero ninguno se compara con el de acá. Una Batalla de Flores la he vivido en un palco y caminando la Vía 40, es algo que a uno lo marca positivamente. El próximo año me veo feliz, regresando en una carroza junto con mi agrupación para devolverle a su gente, con mi música y mi violín, la alegría que me da la ciudad.

GC ¿En Barranquilla te quedarás, así como lo hizo el Joe Arroyo?

A.D. No lo culpo porque el que viene acá se quiere quedar. Espero quedarme también y poder dar todo de mí a esta ciudad tan hermosa, brindándole un valor agregado con mi experiencia y mis conocimientos.

Barranquilla tiene mi mismo sabor, aroma y costumbres. La comida se asemeja a la mía

SUMARIO

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