La marrullería ecuatoriana ayudó a redondear el empate

La visita quemó tiempo apelando a todos los recursos.

Ecuador pasó de un partido aplicado y serio en la primera parte, a uno lleno de excesiva marrullería, alcahueteada por el árbitro peruano Diego Haro.

El equipo dirigido por el argentino Gustavo Alfaro hizo uso de todos los recursos extra futbolísticos para frenar constantemente el juego, quemar la mayor cantidad de tiempo posible y cortar cualquier tipo de reacción del local en los 108 minutos y 59 segundos que duró el compromiso frente a Colombia, en el estadio Metropolitano Roberto Meléndez, por la fecha 12 de la Eliminatoria Sudamericana a Catar 2022.

Los ecuatorianos hicieron uso de la pierna fuerte con la complicidad arbitral y con eso borraron del juego a los jugadores más habilidosos de ‘la Amarilla’, especialmente al guajiro Luis Díaz, anulado en la banda por las ‘caricias’ que le brindaba Ángelo Preciado.

Pero la visita no solamente apeló al juego agresivo, también a la quema de tiempo descarada, ya sea con demora en los saques de meta y en los cobros de banda o en la simulación excesiva de dolencias que mantuvo a la mayoría de jugadores tirados en el gramado del ‘Metro’.

Tanto fue el constante freno del juego, que, según los datos de Opta, la aplicación de manejo de estadísticas, solo se jugaron 44 minutos y 15 segundos en el encuentro de ayer. Ni siquiera se alcanzó a llegar a los 45 minutos que se requieren reglamentariamente para completar un tiempo de juego. Se perdieron, en total, 64 minutos y 44 segundos del partido. Un dato bastante revelador.

Todo esto tuvo la complicidad de una terna arbitral peruana que se dejó manosear por la visita y terminó saliéndosele el partido de las manos.

Un punto se termina llevando Ecuador del ‘Metro’ con su estrategia fea y descarada y tres puntos se lleva el antifútbol, el nefasto ganador de un partido para el olvido.